Cruffins

Cruffins

Una delicia para acompañar un buen café.

Dicen que un cruffin nace de la fusión de dos preparaciones muy conocidas, el croissant y el muffin. Yo no lo puedo asegurar ciertamente, lo que si que puedo asegurar es que si lo haces, veras que está tierno y delicioso y que ciertamente te recordará a un delicado croissant.

INGREDIENTES

  • 300 g de harina de repostería
  • 15 g de levadura fresca
  • 50 g de azúcar
  • 160 g de agua
  • 30 g + 150 g de mantequilla. (30g se añadirán a la harina, los 150g se reservan para untar las bolas estiradas)
  • 1 pizca de sal
  • Azúcar glas para espolvorear.

UTENSILIOS

  • Molde para cruffins (Puedes utilizar las bandejas de magdalenas o cupcakes)
  • Rejilla enfriadora
  • Spray desmoldante
  • Cortador de masas

Preparación de los cruffins:

Disuelve la levadura fresca en 3 ó 4 cucharadas de agua templada. Reserva entre 8 a 10 minutos.

Vierte la harina (tamizada), el agua, el azúcar, la sal y el agua con la levadura disuelta en el bol de la amasadora.

Amasa durante 10-12 minutos a una velocidad media con el accesorio de gancho.

Añade el peso de mantequilla (30 g) derretida, también lo puedes hacer a taquitos y a temperatura ambiente.

Sigue amasando durante otros 15 minutos más o hasta que la masa se haya desarrollado perfectamente, es decir, tengamos una masa lisa, suave y muy elástica.

Para saber si la masa está lista puedes hacer la prueba de la membrana. Estira un trocito de masa hasta dejarla muy fina, si no se rompe, la masa está bien desarrollada y podemos seguir el proceso de elaboración.

Retira la masa del bol y amasa suavemente sobre la superficie de trabajo (ligeramente enharinada). Termina de amasar dándole forma de bola, reservando en un bol (previamente engrasado con un poco de aceite) y tapado con film transparente de cocina.

Este primer levado será en frío (dentro del frigorífico) y de unas 10-12 horas o de un día para otro.

Retira la masa del frigorífico y divide la masa en 6 porciones del mismo peso.

Dales forma de bola a cada una de las masas y deja reposar durante unos 20-25 minutos.

Estira cada porción de masa hasta dejarla muy fina y con forma rectangular (aproximadamente 28 cm x 18 cm).

Con la yema de los dedos o con la ayuda de un pincel de silicona, con mucha suavidad, unta toda la superficie de la masa estirada con el segundo peso de mantequilla, los 150g reservados, en pomada.

Una vez tengas la primera masa estirada y untada con mantequilla, enróllala sobre sí misma y resérvala.

Estira otra bola de masa y vuelve a untarla con mantequilla.

Coloca el primer rulo de masa enrollada sobre el extremo de una masa estirada y únelos entre sí. Enrolla sobre el primer rulo de masa, la masa estirada (como resultado tendremos un solo rulo más grande).

Repite estos últimos pasos con el resto de masas. Al final tendrás 3 rulos grandes.

Tapa los 3 rulos con film transparente y reserva en el frigorífico durante 1 hora.

Retira los rulos de la nevera y con la ayuda de un cuchillo afilado, córtalos longitudinalmente por la mitad.

A su vez, cada mitad de rulo, córtalo por la mitad. De esta forma tendrás 12 trozos de masa.

Engrasa las cavidades del molde, dale la forma deseada a la masa y coloca una en cada cavidad.

Una vez que tengas el molde completo, reserva en un lugar cálido, fuera de corrientes de aire (dentro del horno es un lugar perfecto) durante 2 horas aproximadamente o hasta que la masa haya duplicado su volumen inicial.

Hornea los cruffins (horno precalentado a 190ºC) durante 8 minutos, seguidamente y sin retirar la bandeja del horno, ni abrir la puerta del mismo, baja la temperatura a unos 170ºC y hornea otros 10-12 minutos más (si ves que la superficie se está dorando en exceso, puedes cubrirlos con una lámina de papel de aluminio de cocina).

Con esta receta te saldrán doce cruffins.

Retira la bandeja del horno sobre la que está el molde con los cruffins, deja templar y desmolda.

Déjalos enfriar a temperatura ambiente sobre una bandeja de rejillas.

Antes de servir, puedes espolvorear la superficie de los cruffins e incluso rellenarlos con alguna crema o mermelada. En esta elaboración lo he endulzado con el almíbar de mandarina, que guardo, cuando hago la mandarina confitada para los roscones.

Y esto es todo el proceso. Creerme si os digo que es una autentica delicia comerlos, no os dejará indiferentes.